Tenía ganas de un mapamundi desde hace tiempo. Los había estado mirando en varias webs, en mercadillos de antigüedades y tiendas de decoración. La verdad es que los hay preciosos. Pero ninguno me llamaba del todo.
Siempre me han encantado los Mapas. Son muy elegantes, o artísticos, o minimalistas, o lo que sea más apropiado para cada espacio. Qué más da, si pueden tener cualquier aspecto.
Rebuscando en el trastero me di cuenta de que tenía un lienzo comprado hace algunos años al que no había dado ningún uso y el tamaño era perfecto (claro por eso lo elegí en su momento).
Cada vez que me planto frente a un lienzo paso por unos instantes de inseguridad. Están tan blancos y tan limpios que da pena meterse a hacer algo y que no sea lo suficientemente merecedor de deslucir esa blancura. Enseguida se me pasa. al final si lo que haces no te sale bien del todo, pintas otra cosa encima y arreglado.
Se me ocurrió que mi mapa tenía que ser sutil. Casi conceptual. Y decidí aprovechar la pintura de la pared para que destacase sólo por su volumen y unos discretos continentes.
Y manos a la obra.
Este es el primer vídeo de DIY para redecorar mi salón que he grabado. Por supuesto a final de la lista vendrá el “Room Tour” para ver el resultado final de todo lo que haga.
Pero por ahora vamos por orden.
Aquí te dejo el proceso. Seguro que te da alguna idea.